La reconquista del territorio mexicano | Paréntesis Legal

Dr. Ángel Durán Pérez

 

Con la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848, México pierde el 55% de su territorio y se lo cede a los Estados Unidos de Norteamérica. Dicho tratado de paz, que así fue denominado, es el instrumento internacional más injusto e ilegal a la luz del derecho internacional por la forma en cómo una simulación jurídica le arrancó nuestro país más de la mitad de su territorio.

 

También hubo muchos factores internos que favorecieron que esto ocurriera, en el que hay un mar de sospechas que por las traiciones internas y la desunión de quienes detentaban el poder, además de la complacencia y la hipocresía de varias instituciones religiosas que ayudaron a los norteamericanos. La falta de estrategia política, militar, la precaria economía del país y los enconos entre grupos que enfrentaban el enemigo, dieron causa a que Estados Unidos de Norteamérica se aprovechara de la situación y finalmente hacernos sucumbir ante la siempre ambición del país del norte por anexar a su país, no nada más la mitad, si no quería todo el territorio mexicano, aprovechando la debilidad política en la que nos encontrábamos después de la independencia del yugo español.

 

Ante esta desgracia nacional y ante el propio silencio, al paso de los siglos por tan injusto arrebatamiento por parte del conglomerado de E.E.U.U., es que surgen desde hace muchos años ideas y anhelos de recuperar ese territorio, (aunque esta idea es de grupos de personas de la sociedad civil, no precisamente del gobierno mexicano) pues no existe duda de que si el acto de ese despojo simulado que mutiló a México a través de un supuesto tratado de paz, fuera analizado con justicia y a la luz  del derecho internacional, tendría que anularse dicho tratado y regresar el territorio de nuevo a nuestro país, sin embargo, las cosas no son tan fáciles pero tampoco imposibles, pues no importa cuánto tiempo pase, todo acto injusto e ilegal tiene que ser descubierto y que los órganos competentes internacionales garanticen el orden internacional y entre ellos el regreso del territorio a México.

 

Es tiempo de que se le empiece a dar forma para que organismos internacionales analicen la forma en cómo Estados Unidos le arrebató el territorio a México, pues la justicia debe imperar y para eso es el orden legal. No se necesita ser un gran sabio o estratega jurídico o técnico en el derecho, para darnos cuenta que la actitud de los norteamericanos después de que se independizaron sus 13 colonias y conformaron el país, empezaron a expandirse e inmediatamente pusieron sus ojos hacia la parte sur y tratarían de anexar parte del territorio mexicano haciéndolo bajo diferentes estrategias: la primera de ellas ofreciendo comprar territorio mexicano y ante la negativa de las autoridades mexicanas, su estrategia en segundo lugar fue la voracidad para anexar todo el territorio a su país, pero lo harían por partes a como diera lugar, incluso a través de la guerra.

 

Por todos estos antecedentes y como está documentada la historia de cómo se construyó la nación norteamericana, un tribunal internacional podría fácilmente llegar a la conclusión que la anexión de la mitad de México al territorio norteamericano fue producto de una acción bélica bien planeada, utilizando todas las herramientas para presionar a la débil naciente nación mexicana y hacerlos firmar un supuesto tratado de paz por una guerra que ellos planearon y llevaron a cabo totalmente injusta, pero eso sí, ante los ojos del mundo querían verse como un país que defendiendo su soberanía había declarado la guerra a México y que posteriormente al perder nuestro país esa guerra injusta firmaríamos el tratado de paz y le cederíamos el 55% del territorio de nuestro país como gastos de guerra, algo injusto, antiético y a la luz del derecho internacional un acto completamente anulable.

 

En estos casos tan complejos y difíciles, no bajo un aspecto legal, sino bajo el poderío entre las naciones, las leyes internacionales deberían también partir de una nueva óptica de aplicación y empezar a trabajar en el orden internacional y en todos aquellos casos como el de México deberían revisarse por el sistema de justicia internacional pues nadie, aún ante estos niveles en su sano juicio debería aceptar este tipo de daños a la soberanía de las naciones.

 

Un aspecto de la doctrina moderna en el mundo es que tenemos que empezar a que el orden internacional se tiene que ir purificando y modificando todos aquellos aspectos negativos legalistas que surgieron en la época de la Ilustración, muy buenos para su época, pero que actualmente para resolver problemas complejos como en el acto donde México pierde su territorio con los Estados Unidos en 1848, debe haber una nueva visión del sistema internacional cuando se trata de aplicar justicia, pues en estos casos y ante la firma de esta simulación de tratados, obviamente afectando la nación mexicana, en cualquier momento debe existir el derecho de la revisión de esos documentos por tribunales internacionales.

 

De detectarse una transgresión al derecho internacional y al derecho de las naciones, la justicia internacional debe de proteger al país que ha sido sometido o que ha sido obligado a simular un tratado de paz, como lo fue el tratado de Guadalupe Hidalgo signado por México y Estados Unidos el 2 de febrero de 1848.

 

Éste tipo de actos ilegales no deben permitirse, pues de hacerlo genera la ambición de los países poderosos para abusar de aquellas naciones más débiles o que por alguna razón y por su estado de indefensión no les permita defender su territorio.

 

México no es la única víctima, hay muchas naciones que han perdido su territorio precisamente por la hegemonía y poderío de algún otro país que ha puesto sus intereses en el mismo territorio, por eso es importante que ahora empiece a surgir una cultura internacional para que los actos injustos, simulados y contrarios al orden internacional puedan ser sometidos a control o análisis de tribunales de justicia internacional sin importar el tiempo que haya transcurrido, pues los actos injustos no deben prescribir hasta en tanto un tribunal de justicia internacional dictamine su legalidad o ilegalidad.

 

En ese sentido, es como los sentimientos de las y los mexicanos de organizaciones civiles locales e internacionales, han exigido desde hace muchos años y que Estados Unidos regrese los territorios injustamente anexados a ese país por la ilegal forma en la que lo obtuvieron.

 

Lo que sí es importante destacar es que la recuperación del territorio perdido, no tiene que darse con las herramientas que nos fue arrancado, sino a través de las instituciones de justicia internacional o de otras estrategias como lo es la ocupación de habitantes mexicanos y latinos en los lugares que nos fueron arrebatados a través de una simulación y que en su momento firmaron nuestros representantes mexicanos.

 

Es muy importante para el pueblo mexicano la reconquista del territorio mexicano que perdimos en 1848 al haber firmado el tratado Guadalupe Hidalgo.

 

No importa si pasan 100, 200 o 300 años o incluso más, pero algún día, la fuerza de la razón y la lucha de la sociedad alcanzará para recuperar esos territorios.

 

Lo importante es seguir intentándolo y con el tiempo, esos territorios pueden volver a ser parte de México. Quizá muchas personas lo verían como utopía, sin embargo, vale la pena seguir intentándolo. Desde hace décadas, muchos mexicanos y mexicanas especialistas en derecho, lo vienen haciendo y vale la pena seguir apoyando esta causa.

 

A 175 años de aquella pérdida, muchos podrían pensar -y de hecho lo ven- como un imposible, y no creen que ese territorio perdido injustamente lo pudiéramos recuperar, pero insisto, vale la pena intentar cualquier estrategia para lograrlo, pues es importante que ningún acto injusto, tenga vida eterna.

 

Conclusión.

 

En conclusión, a pesar de que ha transcurrido mucho tiempo de la pérdida de ese territorio, ahora las condiciones favorecen para que haya una reconquista de más de la mitad del suelo mexicano, recuperándolo a través de acciones jurídicas, demostrando que a través de una simulación de la firma de un supuesto tratado de paz, nos arrebataron la mitad de la nación. La nueva justicia internacional y los propios organismos que resguardan el orden del mundo, deben dar causa de estas nuevas doctrinas en donde los estados débiles tengan garantías de defensa para que no pierdan su territorio y para que no se abuse en contra de ellos, y menos que por la desventaja que representan frente a otras naciones poderosas y sobre todo como los Estados Unidos de Norteamérica, cuya nación tiene una característica de que siempre quieren anexar territorio a su país y en muchos de los casos a través de la guerra.

 

Bibliografía:

Tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848

Tratado de Velázquez

Guerra de Estados Unidos contra México (1846-1848)

Ley de Colonización de 1830

Función de la Corte Internacional de Justicia

Report of the Independent International Commission of Inquiry on the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem, and Israel consultable en: Report-COI-OPT-14Sept2022-EN.pdf