Dogmatismo contemporáneo | Paréntesis Legal

Mtra. Diana Gamboa Aguirre

En años recientes ha adquirido fuerza una corriente de pensamiento que pretende imponer socialmente un particular uso del lenguaje, no sólo como admisible, sino incluso en calidad de exigible. Una serie de ideas que, en última instancia, se sustentan en dogmas que a muchos nos resultan, por decir lo menos, problemáticos.

Quienes proponen este modo de expresión, lo califican como “incluyente” y suelen afirmar dogmas absolutamente indemostrables. Por ejemplo, que los individuos de sexo masculino que se auto perciben como mujeres, también conocidos como personas “trans” simplemente “son mujeres”.

En esa medida, en líneas siguientes comparto algunas consideraciones sobre la perniciosa pretensión de imponer estas ideas como incuestionables en el diálogo público y su impacto concreto en las mujeres, entendidas como realidad biológica y cultural, sin que una de estas dimensiones pueda separarse absolutamente de la otra.

En función de esta corriente de pensamiento, observamos que la conversación en torno a la mujer y su papel en la vida pública y social se entorpece con obstáculos lingüísticos que hacen pasar nuestra realidad a un segundo plano.

Hablar de “las mujeres” se ha vuelto problemático, no sólo por las desigualdades y retos particulares que enfrentamos en el devenir de nuestra existencia, sino porque la palabra “mujer” se ha vuelto un título susceptible de apropiarse o negarse en función de un criterio absolutamente arbitrario como la “auto percepción”.

Nuestra existencia se niega como realidad y se entiende como un capricho de la voluntad.

Hoy la realidad femenina se dispersa en un uso del lenguaje poco interesado en la verdad y muy preocupado por los sentimientos y emociones de otros.

Un sector social ha hecho propia una corriente de pensamiento que niega a la palabra “mujer” un contenido concreto, ampliándola al grado de incorporar en ella a hombres que deciden hacer suyo el título que alguna vez nos fue propio y exclusivo a las personas de sexo femenino.

Irónicamente, en la era del “empoderamiento femenino”, las mujeres perdemos un elemento básico para abordar nuestras necesidades y aportaciones sociales particulares: el reconocimiento de nuestra realidad desde el lenguaje. Esto, ante la imposición de una serie de ideas que pretenden despojarnos de la categoría conceptual que alguna vez reconoció nuestra única e inigualable existencia.

En mi opinión, resulta necesario cuestionar frontalmente, desde la razón y el respeto, a la corriente de pensamiento que exige un uso del lenguaje propiamente ideológico. Esto, en tanto lleva inmersa la validación de creencias indemostrables que devienen de la reducción de la realidad a solo una de sus dimensiones, en este caso, al entendimiento cultural de lo femenino.

¿Cómo validar la confusión ajena mediante la negación de la propia realidad y experiencia?

Como lo he expresado en otros espacios, es posible respetar -e incluso compadecer- a tantos hombres que, en distintas circunstancias, se han vuelto incapaces de asumir su realidad y buscan refugio existencial en su particular idea de lo femenino. Sin embargo, eso no debe traducirse en la pretensión de imponer a una sola mujer el deber de afirmar que nuestra realidad constituye un disfraz que puede quitarse o ponerse a voluntad.

Es admisible pretender llevar la propia vida conforme a ciertos dogmas. Así lo hacemos, por ejemplo, quienes profesamos determinada religión y tratamos de vivir en consecuencia. Sin embargo, la imposición de las propias creencias a los otros resulta cuestionable en una sociedad que se afirma como democrática y, por ende, plural.

Ser mujer conlleva una realidad única y distinta de la experiencia masculina que, aunque no es una cuestión de lenguaje, sí necesita de su reconocimiento.

Ahora bien, bajo la premisa de que las ideas tienen consecuencias, cabe cuestionarnos ¿qué impactos concretos pueden resentir las mujeres derivado de la imposición de esta particular visión dogmática que pretende reducir la palabra “mujer” a una cuestión meramente cultural? Van unos pocos ejemplos:

Un estudio identificó que aproximadamente 45% de las personas transgénero reclusas en prisiones para mujeres en Canadá, son hombres convictos por crímenes sexuales. Es decir, delincuentes sexuales de sexo masculino que, bajo el pretexto de auto percibirse como mujeres, son incorporados a prisiones femeninas.[1] Sobre esa misma línea, en Reino Unido un sujeto que fue declarado culpable de dos cargos por violación, fue remitido a una prisión de mujeres debido a que “transicionó”.[2]

En el ámbito del deporte, los ejemplos son diversos, comparto un par. En Reino Unido, una jugadora de futbol de Yorkshire fue lesionada por un hombre que se auto percibe como mujer y se integró a un equipo deportivo femenino. Como consecuencia, distintos equipos de mujeres se negaron a participar en encuentros deportivos en contra del equipo en el que juega dicha persona.[3] En Estados Unidos de América, un hombre que se auto percibe como mujer y se hace llamar Lia Thomas, pasó de ocupar el puesto 65 en la categoría masculina al primero en las 500 yardas de estilo libre femenino.[4]

Lamentablemente, los ejemplos del impacto de estas ideas en la realidad de las mujeres son múltiples y alarmantes, especialmente para las generaciones futuras.[5] En esa medida, es necesario reivindicar la importancia del diálogo abierto, con el fin de cuestionar y confrontar los dogmas que sostienen quienes abanderan y pretenden imponer esta corriente de pensamiento.

La empatía no debe ser pretexto para aceptar sin mayor reflexión la imposición de ideas y la consecuente exigencia de conductas que, en última instancia, resultan en demérito de la verdad y derivan en la negación de la única e inigualable realidad de ser mujer.

[1] V. https://torontosun.com/news/national/study-finds-nearly-45-of-trans-women-inmates-convicted-of-sex-crimes

[2] V. https://www.theguardian.com/uk-news/2023/jan/25/trans-woman-isla-bryson-guilty-raping-two-women-remanded-in-female-prison-scotland

[3] V. https://www.yorkshirepost.co.uk/sport/football/transgender-football-player-from-yorkshire-quits-sport-after-rivals-refuse-to-play-against-her-4417909

[4] V. https://us.marca.com/mas-deporte/2023/08/06/64cfc7d846163fe9708b45ab.html

[5] V. https://twitter.com/KnownHeretic/status/1707407713867907119