Mujeres policías: Rostros que transforman a las instituciones de seguridad y justicia en México | Paréntesis Legal

Mayra Hernández

 

 

“Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.”

 

MARY WOLLSTONECRAFT

 

En la edición especial de Paréntesis Legal con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, escribo para visibilizar y reconocer la labor incansable de las mujeres policías en México, quienes día a día son el rostro humano que transforman y reconstruyen a las instituciones de seguridad y justicia, salvando y recuperando proyectos de vida de más de 21 millones de víctimas del delito (ENVIPE 2023).

Para visibilizar el talento de las mujeres policías, de acuerdo con datos de los Censos Nacionales de Seguridad Pública Estatal y de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México (INEGI 2023), las mujeres en las instituciones de seguridad pública representan en promedio tan sólo el 10% de las posiciones de primer nivel, mientras que el total de la participación de las mujeres en funciones de seguridad pública no es mayor al 25%. Sin embargo, el 35% de esta proporción de mujeres policías, están asignadas a tareas administrativas (ENECAP 2017).

Un dato interesante, son los estados (top) de Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz donde destacan a nivel país más del 47% de las mujeres como agentes y/o policías de investigación, en comparación con la Ciudad de México donde sólo el 8% de las mujeres tienen esta función (ENECAP 2017).

Lo anterior, me lleva a una profunda reflexión que debe impulsar a la participación de más mujeres en funciones de seguridad y justicia, pero igualmente debe hurgar en las conciencias de nuestras instituciones a través de los altos mandos, pues cuánto talento y potencial existe en las policías en México que se está subestimando, creyendo que algunas funciones son exclusivamente para hombres.

Pongo un ejemplo de avanzada. En 2022, la Policía Nacional de España para contribuir a romper “uno de los techos de cristal” que impedía el acceso de las mujeres a la policía, eliminó una regulación más restrictiva para las mujeres que para los hombres basada en la estatura media en el ingreso al CNP. En este sentido, el Tribunal Supremo con sede en Madrid, se pronunció mediante sentencia al señalar una discriminación indirecta contraria al principio de igualdad entre hombres y mujeres que perjudica a éstas frente a aquellos en el acceso al empleo público. A su vez, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea pone especial énfasis, al señalar que “aun suponiendo que todas las funciones ejercidas por la policía (helénica) exigieran una aptitud física particular, no parece que dicha aptitud esté necesariamente relacionada con la posesión de una estatura física mínima y que las personas de una estatura inferior carezcan naturalmente de dicha aptitud”.[1]

Sin embargo, en México, el techo de cristal para las mujeres en áreas de seguridad y justicia suele ser aún más complejo que la misma política, especialmente para las mujeres policías. En mi experiencia profesional en las instituciones de seguridad y justicia he sido una mujer privilegiada que me he ganado mi lugar con intensidad, preparación y dando resultados. Si bien es un ambiente donde convives y trabajas día a día con hombres, a quienes guardo un especial aprecio porque han sido mis mejores maestros en la materia, también he aprendido de las mujeres policías tanto de la Policía Metropolitana de Investigación como de otras corporaciones del país.

Deseo que todas las mujeres policías tengan estas mismas oportunidades y que su valentía las impulse a desafiar estructuras y reglas, a partir de que su talento y su ardua labor como policías sea valorada aún más cuando son madres, hijas, hermanas y se enfrentan a las mismas historias de las víctimas a quienes salvan y transforman sus vidas.

Reconozco, que en Nuevo León los altos mandos han empezado a valorar el trabajo de las mujeres en funciones de seguridad y justicia, y el motivo de esta transformación institucional no ha sido por “cuota de género”, es gracias a su trabajo y liderazgo dentro de las instituciones de seguridad y justicia. Por ello, invito a la reflexión a las mujeres policías, compañeras de batallas, a que no se extravíen en la lucha del poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas, recordando a Wollstonecraft: “Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.”

Cito algunas frases de mujeres policías que hablan de la valentía y el reconocimiento a su trabajo, ahí prendamos la luz de nuestras batallas:

“Intenta asaltar; huyen al ver a policía (…) tres ladrones salieron corriendo al toparse con una mujer policía, en Guadalupe” (El Norte, 2023).

“En la mayoría de las situaciones de violencia de género, la policía es la puerta de acceso de las víctimas al sistema judicial” (Jordan, Rebovich, et.al).

Esta frase la acompaño a través de los testimonios de mujeres de la Policía Metropolitana de Investigación que he atesorado durante este tiempo para impulsar a más mujeres policías en la investigación criminal:

“No sé si hice lo correcto por protocolo, pero al ver que la víctima estaba en riesgo, busqué cómo sacarla con su bebé a través de una ventana de la casa (…) en el trayecto al CEJUM (Centro de Justicia para la Mujer-FGJNL) le platiqué mi historia personal, yo también había sido víctima de violencia y no nos merecíamos ser maltratadas, así que tenía que salir adelante pensando en ella y en su hija (…)”

“Me gusta más esta labor, aunque gane menos, pero creo que hago más.”

“Se siente bien bonito salvar una vida…”

No me alcanzarían las páginas para citar cientos de conversaciones y aprendizajes de vida que tengo a diario con mujeres policías, a quienes, a través de estas líneas, las invito a desafiarse a sí mismas y a hurgar en ellas los dones y talentos que tienen para transformar vidas a través de proteger y servir a la sociedad. Que cada esfuerzo y mérito sea motivo suficiente para sentirse orgullosas de su profesión, pero también escribo para llegar a más mujeres policías y decirles que tienen mi solidaridad y apoyo infinito para prenderles la luz y sean valoradas cada vez más, para que accedan a puestos de toma de decisiones salvando más vidas.

Finalmente, deseo que, en este periodo electoral, las y los candidatos dejen de improvisar con “propuestas de campaña” y apuesten al liderazgo de las mujeres en las instituciones de seguridad y justicia, a partir de mejorar las condiciones laborales de las mujeres policías y su inclusión en la toma de decisiones más allá de la foto.

Con cariño y profunda admiración a las mujeres policías que se han cruzado en mi vida: Claudia, Itzel, Raquel, Carolina, Margarita, Rocío, Blanca, Ana Karen, Angélica, Samanta, Kenia, Regina, Elda, Laura, Nayelli, Nora, Cecilia, Liliana, Yureni… y a todas las mujeres policías de cada rincón de México.

[1] Tribunal Supremo. Sentencia núm. 1.000/2022, Madrid, España; para consulta en: