De lo legal a lo real | Paréntesis Legal

Alix Trimmer

 

 

El mundo del derecho laboral ha cambiado vertiginosamente en los últimos tiempos.

El reciente cambio gubernamental vino acompañado de algunas promesas cumplidas que estaban en el tintero de los temas de derecho laboral: ley silla y la reforma para trabajadores de plataformas digitales y la probabilidad de que otras tantas modificaciones sigan se encuentra latente.

La complejidad de las reformas no solamente se encuentra en ir contra el sistema que ha perpetuado la separación entre la clase patronal y la obrera, que ha reforzado los estereotipos de control y que sigue buscando contar una historia de héroes y villanos. Lo más difícil de las reformas se encuentra en hallar el punto de contacto con la realidad tangible, es ahí donde los textos legales pierden su fuerza y se convierten en letra muerta.

La reforma en materia de plataformas digitales es un buen esfuerzo, sin embargo, las necesidades del mercado ameritan un cambio más profundo: una reconceptualización de la subordinación, de lo que hoy se necesita para ser considerada una persona trabajadora, una mirada fresca al entorno tecnológico global que hace que los vínculos sean más flexibles y exigentes a la vez.

Requerimos que lo legal refleje la realidad y no al revés, como tantas veces hemos pretendido. Necesitamos que se escuche la voz de las personas involucradas en la aplicación de las normas y no solamente la de aquellas que políticamente tienen un interés en cierta postura.

La necesidad de escuchar a las personas involucradas en el mundo de plataformas digitales es imperante: hablar de horarios (o la falta de ellos), de productividad forzada, de remuneración insignificante que obliga a trabajar a destajo, de sesgos, de exposición a violencia en calle, riesgos y accidentes; la escucha debe ser real y activa.

La necesidad de escuchar a las personas tenedoras del capital es relevante, pero en segundo término, porque las condiciones de privilegio que genera ser esa cara de la moneda. El costo de seguridad social, la inflación, la repercusión en el costo del servicio, traslado de responsabilidades, flexibilidad impositiva; todas las conversaciones importan.

Ir de lo legal a lo real ha dejado de funcionar (si es que en algún momento funcionó…), así que, en un comienzo de año, podemos aprovechar el tren y empezar a hacer las cosas diferentes.