Colegiación y certificación de abogadas y abogados | Paréntesis Legal

Mtra. Karime Athie Ortíz

 

Durante mucho tiempo se ha discutido sobre la posible obligatoriedad de la colegiación, la realidad es que actualmente no existe alguna legislación o norma jurídica que obligue a las y los abogados a una permanente capacitación o bien a una certificación que permita el buen ejercicio ético y profesional de la profesión.

El gremio de la abogacía en México tuvo su origen desde 1760 con la finalidad de capacitar abogados y elevar el nivel de la práctica jurídica. El crecimiento mayor se dio alrededor del año 1900 donde se popularizó la enseñanza de las ciencias jurídicas y como consecuencia el número de abogadas y abogados creció exponencialmente.

De acuerdo a datos del INEGI, en 2021 existían 442 mil abogadas y abogados, de los cuales el 40% eran mujeres y el resto hombres; aunado a ello actualmente existen cerca de 333 colegios de abogados, entre los que se encuentran el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, fundado en 1760, la Barra Mexicana Colegio de Abogados, fundada en 1922 y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Colegio de Abogados creada en 1970, entre otros.

La importancia de la existencia de los colegios, barras y asociaciones de abogados radica principalmente en garantizar la buena praxis a través de la formación de abogadas y abogados capacitados, actualizados y certificados que se desempeñen con absoluto respeto a los valores del derecho y la abogacía.

Es importante resaltar que la colegiación no es y no debe ser obligatoria y mucho menos impuesta como requisito para ejercer la profesión, tal cual lo ha manifestado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considerándola violatoria al derecho humano de la libertad de asociación establecido en el Artículo 5º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

No obstante, la colegiación y certificación voluntaria tiene múltiples beneficios en la praxis profesional, incidiendo directamente en el buen ejercicio desde cualquier ámbito laboral y/o jurisdiccional, por lo cual su promoción debe continuar siendo permanente.

Una labor importante que llevan a cabo las agrupaciones de abogadas y abogados es el trabajo pro – bono, palabra que significa “por el bien público”, es decir, el ejercicio de la profesión gratuita en beneficio y al servicio de la sociedad.

Sin duda alguna, el trabajo pro – bono enaltece el ejercicio de nuestra profesión cumpliendo con responsabilidad social y ética de apoyar el acceso a la justicia a quienes más lo necesitan.

Hoy la abogacía en México está organizada y más fuerte que nunca, el fortalecimiento de lazos entre los colegios, barras y asociaciones es evidente y está dando resultados, estoy cierta que la unión hace la fuerza y que el trabajo coordinado siempre tiene un efecto positivo potencializado en favor de la sociedad y de nuestro querido México.