Controles parlamentarios para que la estancia de los militares permanezca en temas de seguridad hasta el 2028 | Paréntesis Legal

Dr. Ángel Durán Pérez

Ahora sí parece caminar por buen sendero la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para que los militares hagan tareas de seguridad pública en México hasta el año 2028, pues el Senado de la República aprobó con 87 votos a favor y 40 en contra, ocupaba solo 86 votos para aprobar esta iniciativa a reforma constitucional, sobre el artículo transitorio 5º. y 2º de la propia Constitución Mexicana, que establecía las funciones de la milicia en temas de seguridad pública desde 2019.

En ese año de 2019 se había autorizado al presidente Andrés Manuel López Obrador el uso de la fuerza militar en temas de seguridad pública en el país y paralelamente se había adquirido el compromiso de ir reforzando, capacitando y creando un sistema policial que diera seguridad a los mexicanos y que al final de 2024 retomara sus tareas esenciales que no es otra cosa más que dar seguridad a la ciudadanía en todo el país y que los militares regresaran a sus cuarteles.

Dadas las condiciones en las que todavía nos encontramos, el presidente solicitó una modificación a este sistema del funcionalismo militar en temas de seguridad pública, argumentando que pedía un plazo de cuatro años más o sea hasta 2028, para que los militares siguieran desempeñando actividades de seguridad pública en todo el país, ya que no hemos avanzado en el combate al crimen organizado, que es el principal problema que tenemos y que tampoco se cuenta ni se va a alcanzar a contar con una policía que se haga cargo de proteger la seguridad de las y los mexicanos para 2024.

Ante la nueva solicitud, pues ya lo vimos, la anterior iniciativa fracasó en el Senado, la oposición logró que no se aprobara dicha prórroga solicitada por el presidente, lo que motivó que esa iniciativa por ser reforma constitucional y como se votara por las dos terceras partes de la legislatura, como mínimo ocupaban 86 votos, ante la imposibilidad de lograr su alcance, retiraron aquella iniciativa y lo regresaron a comisiones, pero el día martes para amanecer miércoles 5 de octubre de 2022, se lograron los consensos necesarios, para decir sí a la ampliación del plazo, para que los militares sigan haciendo tareas de seguridad pública en México hasta el año 2028 como inicialmente lo señalaba el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

El cambio que logró convencer a otros senadores de oposición, principalmente fue la propuesta del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República: el Senador modernista Dr. Ricardo Monreal Ávila, en donde presentó una modificación al artículo 2º transitorio de dicho sistema normativo constitucional en relación a la competencia militar y sobre el tema de seguridad pública que se había creado desde el 2019.

Esta modificación es la propuesta del Senador Monreal, al señalar y dar de cierta manera un aliciente a la oposición, que reclamaba, que el motivo por los cuales no estaban de acuerdo en la militarización en México con el pretexto de la seguridad pública hasta 2028, era porque no había ningún mecanismo de supervisión de las tareas de los militares y la forma en cómo se iban capacitando a los policías para que en el plazo establecido en esas reformas constitucionales fueran medibles, luego entonces, el Senador Ricardo Monreal Ávila, incorporó controles parlamentarios, esto es, propuso una modificación del artículo 2º transitorio de ese sistema constitucional, señalando que cada seis meses se llevaría a cabo una revisión sobre el comportamiento de los militares en esta tarea de seguridad pública y que esta comisión estaría integrada por representantes populares o sea una comisión de las cámaras del Congreso de la Unión, así como también que se adelantaba a partir de 2023 el presupuesto para que los Estados y Municipios, empezarán a trabajar a tambor batiente sobre la capacitación y profesionalización de la policía que finalmente son los que van a ir sustituyendo a los militares.

También la propuesta lleva la obligación para los ejecutivos estatales para crear un fondo y atender el tema de seguridad de acuerdo a sus responsabilidades; en esta ocasión el senador Monreal trata de atajar los señalamientos de oposición, que muchos de razón tienen, pues los problemas que actualmente tenemos en materia de seguridad pública nacional y que vemos que no bajen su índice, es porque no se ha invertido por parte de la Federación, los Estados y los Municipios un presupuesto adecuado para ir profesionalizando a las policías, luego entonces, ¿cuándo se van a regresar los militares a sus cuarteles? pues cuando tengamos una policía profesional y ¿cuándo vamos a tener una policía profesional? pues hasta que empecemos a trabajar en un plan con miras de interés social y de querer tener esa voluntad política para crear policías profesionales y para eso se necesita presupuesto, voluntad política a nivel federal y estatal y que todos pongan su granito de arena.

Aquí el problema es que los militares andaban en la calle en temas de seguridad, pero no se invertía en los compromisos que se habían adquirido para profesionalizar a las policías y eso si es un verdadero dilema, pues mientras no trabajemos en ello, difícilmente vamos a tener una policía eficiente y como consecuencia la inseguridad va a ir creciendo y entonces los militares siempre estarán en la calle.

La oposición sigue pensando que la militarización se está reforzando con tintes políticos, también se ve que hay un interés generalizado principalmente por parte de la sociedad en que los militares permanezcan en la calle hasta en tanto no tengamos una buena policía, una policía que se haga cargo realmente de la seguridad de las y los mexicanos, que sea confiable para el pueblo, por lo tanto, el punto de discusión social, político y económico es fácil de entender, pero si difícil de lograr, puesto que se anteponen intereses políticos que intereses reales de beneficio social; mientras unos dicen que el pretexto es abusar de la necesidad que la sociedad que tiene sobre el tema de seguridad pública para mantener a los militares en las calles y otros amparándose en esa misma necesidad social, señalan que la sociedad tiene interés que estos sigan hasta 2028. Unas y otras razones que se dan tienen mucho de cierto, pero lo esencial y lo que le conviene al país tampoco es difícil de creerlo y entenderlo; México necesita tener una policía bien capacitada y que pueda enfrentar el tema de seguridad pública a nivel nacional y garantizar el derecho humano de interés individual y de interés colectivo a la seguridad de los mexicanos y mexicanas, también tenemos el derecho humano a que esas instituciones de seguridad pública sean profesionales, se les dote todo lo necesario para que lo logren y así en el tiempo más corto tengamos una policía profesional y que los militares regresen a sus cuarteles y empiecen hacer sus tareas constitucionales que no es otra cosa más, que la salvaguarda de la nación.

Los militares en la calle no es lo más recomendable, tenemos la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso conocido de Rosendo Radilla vs México, donde este tribunal internacional hace un esbozo de cómo las tareas que le corresponden al ejército son diferentes a las que debe de hacer una policía civil en temas de seguridad.

Los militares, su naturaleza esencial es la defensa de la nación, muy diferente a la que tienen los policías y por eso este tribunal y la ONU se han pronunciado porque los militares estén en los cuarteles y no en las calles, haciendo patrullajes en temas de seguridad pública, de ahí que lo trascendente es tomarnos muy en serio que para poder combatir la seguridad en México, lo tenemos que hacer bajo las condiciones y requerimientos, así como los estándares nacionales e internacionales y en las buenas prácticas del combate a los problemas sociales en temas de seguridad y con estricto apego a la protección de los derechos humanos, pero también, eso sí, que los militares no puedan retirarse antes, si las policías no le garantizan a la sociedad mexicana, la seguridad y protección de sus derechos humanos.

Luego entonces, las propuestas presentadas por el Senador Monreal al modificar el artículo 2º transitorio de la Constitución mexicana, en el que establece ciertos mecanismos de controles parlamentarios de manera periódica para saber de qué manera se va capacitando e incrementando el profesionalismo de las policías y la forma en como los militares en temas de seguridad se van desempeñando, puede ser un buen inicio, pero eso sí, que no vaya traducirse en un engaño a la sociedad en el que en cualquier momento se abandone el verdadero objetivo que es la profesionalización real, eficiente y gradual de contar con una buena policía investigadora en México y alejarse lo más rápido posible de seguir utilizando el ejército en las calles en temas de seguridad.

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