Emili es desprendida de su hijo por elementos policiacos, ella no cometió ningún delito… esto es violencia vicaria | Paréntesis Legal

Martha Eugenia Magaña López

 

Emili es una mujer que a los veinte años de edad se casó con Carlos y siete meses después tuvo a su primer hijo varón; sin embargo, la espera del bebé fue complicada debido a que su esposo la maltrataba.

En efecto, fue víctima de violencia emocional y física, por parte su pareja quien la golpeaba y además tenía relaciones con otras dos mujeres, derivado de la inestabilidad y el estrés que le generaban, Emili tuvo a su bebé en forma prematura, esto es a los siete meses.

Carlos era policía de profesión, no proporcionaba alimentos, además de que su estancia en el hogar conyugal era esporádica, algunos días estaba otros no, continuaba siendo agresivo con Emili además de forma indirecta esos episodios de ira y golpes impactaron en la actitud de su hijo, quien comenzaba a darse cuenta de lo sucedido.

Emili decidió separase por completo de Carlos y firmó un convenio donde ella se quedó con la custodia de su hijo y Carlos quedó obligado al pago de una pensión alimenticia para su hijo, la cual nunca entregó.

No obstante, un día por la mañana, Emili preparó sus cosas para salir a trabajar y dejó a su pequeño hijo con su madre, sin embargo, una llamada a las 10:00 am, le informó a Emili que el padre de su hijo había llegado con varias patrullas a su casa y entre varios elementos armados sacaron al niño y se lo llevaron.

Ante esta situación Emili acude a la justicia federal, donde la Jueza al recibir la demanda ordena girar una Alerta Amber a efecto de tratar de alertar a las autoridades y eliminar los riesgos de sustracción del niño, además ordena a la Jueza que lleva el asunto de origen a realizar todo lo necesario para devolver al hijo de Emili al lado de su madre custodia.

En el caso, la suspensión emitida en el juicio de amparo logró reunir nuevamente a Emili y su hijo, con lo cual se protegió el principio del interés superior de la infancia y se actuó con perspectiva de género.

En la sentencia, la Juzgadora determinó necesario dictar medidas de protección en forma reforzada a fin de que el infante y la madre custodia no vuelvan a pasar por estos sucesos, esto es, el desprendimiento del niño de su madre y luego, de haber lograr la reintegración del mismo al seno materno.

La intención de esa sentencia busca, con el principio de protección, evitar y prevenir cualquier daño que pudiera generar alguna afectación al infante que después deba ser reparada.

El citado principio busca generar un campo de protección donde cualquier posibilidad existente que tienda agredir o menoscabar a los niños en forma física, emocional o psicológicamente, sea anulado antes de generar el daño.

En relación con el tema la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación[1], ha sostenido que no es necesario esperar a que se genere un daño al infante, por el contrario, para protegerlo, basta que se encuentre en situación de riesgo para que se consideren vulnerados sus derechos, pues generado el daño ya no existirá una prevención del mismo (obligación del Estado para con los niños) sino una actuación de reparación por daño causado.

Además, se destacó como un hecho relevante que, Emili es una mujer que durante los años que duró el matrimonio se dedicó preponderantemente a las labores del hogar, lo que implicó que dejara de tener un crecimiento laboral o profesional, para permitir que Carlos como proveedor del hogar fuera quien desarrollara ese papel.

Efectivamente, Carlos logró desarrollarse profesionalmente, lo que le permitió desempañarse como policía, razón que le permite recibir un sueldo fijo, más remuneraciones adicionales, beneficios como seguridad social, reconocimiento de antigüedad, para efecto de jubilarse, entre otros, lo que no ocurre con Emili, quien aun cuando tenía a su cargo el rol del hogar y todas sus labores como limpieza de casa, preparación de alimentos, lavado de ropa, vigilancia de la educación del hijo, labores de cuidado para con estos, así como la atención del tercero interesado en su propio hogar, lo que se conoce como doble jornada, no percibió percepción económica por ese trabajo invisibilizado, que a la postre permitió  el crecimiento profesional de su pareja.

Además, el hecho de que Emili precisamente por desempeñar todas esas actividades del hogar, realice trabajos informales como la compra y venta de ropa, la pone en desventaja pues no le genera los beneficios laborales que tiene Carlos, como un sueldo fijo, seguridad social, antigüedad, entre otros.

A todo esto, se suma la existencia de la violencia económica que se ejerce en contra de Emili debido a que Carlos, no obstante que tenía la obligación de pagar pensión alimenticia, no lo hizo, situación que priva a la mujer de recursos económicos necesarios para la manutención del hogar, de ella y de su hijo, o de lo esencial para satisfacer las necesidades básicas para vivir, como la alimentación, ropa, vivienda y el acceso a la salud, de ambos.

Asimismo, Carlos ejerció violencia vicaria en contra de Emili debido a que ella era quien tenía la guarda y custodia de su hijo y Carlos utilizó el poder y ventaja que tiene como trabajador de las corporaciones policiacas, haciendo uso de patrullas y elementos armados, para su beneficio y sin orden judicial, separó a su hijo de Emili.

Por todo esto, la Jueza determinó suspender las convivencias con Carlos y establecer las medidas a fin de evitar que de nueva cuenta sustraiga al niño y además ordenó hacer del conocimiento a la institución policiaca donde Carlos trabaja del uso indebido de equipo, funciones y armamento para amedrentar a Emili y su niño.

Semblanza de Emili

Emili es una mujer más que se dedicó al hogar y al cuidado de su hijo e intentó sostener a su familia a costa incluso de poner en riesgo su propia vida.

Emili hoy comprende que no existe un modelo de familia único y que su vida y la integridad de su pequeño no pueden ser menospreciadas, también sabe que Carlos está siendo investigado y podrá ser incluso sancionado por el uso indebido de sus funciones como policía, además del empleo de patrullas y armas para generarle miedo.

Emili es una mujer madre guerrera que defendió a su hijo y nunca más permitirá abusos a su persona.

 

@marthakmagana

[1] Tesis 1ª. CVIII/2014 (10ª), sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con registro 2005919, del rubro siguiente:

“DERECHOS DE LOS NIÑOS. BASTA CON QUE SE COLOQUEN EN UNA SITUACIÓN DE RIESGO PARA QUE SE VEAN AFECTADOS.