¿Es legítima la propuesta de que España se disculpe con México, por los daños ocasionados en la conquista? | Paréntesis Legal

Ángel Durán Pérez

 

Introducción


La conquista española de América representa uno de los episodios más oscuros y trascendentales en la historia de la humanidad.

A más de cinco siglos de aquel violento encuentro entre dos mundos, las heridas aún permanecen abiertas, y las cicatrices siguen siendo evidentes en las sociedades latinoamericanas.

Recientemente, se ha reavivado el debate sobre la necesidad de una disculpa oficial por parte de España hacia México por los agravios cometidos durante la conquista.

Este ensayo busca profundizar en los hechos históricos, reflexionar sobre la magnitud del daño infligido y enfatizar la importancia de una reconciliación que inicie con una disculpa sincera.

La llegada de los españoles y el mundo prehispánico

Antes de la llegada de los europeos, América era un continente con diversas culturas, hogar de civilizaciones avanzadas que vivían en armonía con la naturaleza.

Se estima que la población indígena en el continente oscilaba en 57,3 millones de personas (Denevan, 1976), 130 años después se redujo el 40% dicha población, citado en la síntesis del libro Los pueblos indígenas en América Latina Avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus derechos, (CEPAL, 2013)

En el territorio que hoy es México, habitaban alrededor de 25 millones de indígenas, pertenecientes a culturas como la mexica, maya y zapoteca (Cook & Borah, 1971)

Estas sociedades contaban con sistemas políticos, económicos y culturales sofisticados, con avances notables en astronomía, matemáticas y arquitectura.

Los avances en astronomía, matemáticas y arquitectura

En astronomía, los mayas y los mexicas fueron observadores meticulosos del cielo. Los mayas desarrollaron calendarios altamente precisos basados en ciclos astronómicos. Tenían al menos tres calendarios: el Tzolk’in de 260 días, el Haab’ de 365 días y la Cuenta Larga, utilizada para registrar eventos históricos a lo largo de períodos extensos (Aveni, 2001).

Los mayas comprendían los ciclos de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, así como de otros cuerpos celestes, lo que les permitía predecir eclipses solares y lunares.

Este conocimiento era fundamental para planificar actividades agrícolas y ceremoniales. Sus observatorios, como el Caracol en Chichén Itzá, estaban diseñados para realizar observaciones precisas de los movimientos celestes (Aveni, 2001).

Los mexicas también integraron la astronomía en su vida cotidiana y religiosa. El Templo Mayor de Tenochtitlán estaba alineado con eventos solares, como los equinoccios y solsticios, y reflejaba su cosmovisión dual de las deidades Huitzilopochtli y Tlaloc (Broda, 2001).

En matemáticas, los mayas desarrollaron un sistema numérico vigesimal (base 20) que incluía el concepto del cero, uno de los primeros usos conocidos de este concepto en el mundo (Ifrah, 2000).

Utilizaban símbolos como un punto para representar el uno, una barra para el cinco y un glifo especial para el cero.

Este sistema permitía realizar cálculos complejos necesarios para su astronomía y construcción.

En arquitectura, las civilizaciones mesoamericanas dejaron un legado arquitectónico impresionante.

Los mayas construyeron ciudades como Tikal, Palenque y Chichén Itzá, con templos piramidales, palacios y observatorios.

La Pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá es un ejemplo destacado. Durante los equinoccios, el juego de luces y sombras en la escalinata norte crea la ilusión de una serpiente descendiendo, simbolizando al dios Kukulkán y demostrando su avanzado conocimiento de la astronomía y la ingeniería (Sharer & Traxler, 2006).

Los mexicas erigieron Tenochtitlán, una metrópolis construida sobre islotes en el lago de Texcoco.

La ciudad contaba con un complejo sistema de chinampas para la agricultura y una red de canales y calzadas que facilitaban el transporte y el comercio (Smith, 2008). El Templo Mayor era el centro ceremonial de la ciudad, una estructura monumental que simbolizaba el centro del universo mexica y estaba alineada con eventos solares (Matos Moctezuma, 1988).

El inicio de una conquista bárbara

La llegada de Hernán Cortés en 1519 marcó el inicio de una campaña de conquista caracterizada por una violencia extrema y una ambición desmedida.

Los españoles, motivados por la búsqueda de oro y riquezas, no dudaron en utilizar métodos brutales para someter a las poblaciones indígenas.

Las masacres indiscriminadas, la destrucción de templos y ciudades, y la violación sistemática de mujeres indígenas fueron prácticas comunes, documentadas por cronistas de la época (Las Casas, 1552).

Un genocidio sin precedentes

Algunos historiadores consideran que la conquista española en América fue uno de los genocidios más grandes de la historia.

Se estima que en menos de un siglo la población indígena en México se redujo en más del 90%, pasando de 25 millones a aproximadamente 2 millones de habitantes (Cook & Borah, 1971).

Las causas fueron múltiples: las guerras de conquista, las enfermedades traídas de Europa como la viruela y el sarampión, y las condiciones inhumanas de trabajo en las encomiendas y minas.

La imposición cultural y el mestizaje

Además del saqueo material, los españoles impusieron su cultura, religión e idioma.

La evangelización forzada buscaba erradicar las creencias y prácticas religiosas indígenas, consideradas paganas.

La mezcla forzada de razas dio origen al mestizaje, que hoy es una característica fundamental de la identidad mexicana.

Sin embargo, este proceso también implicó la marginación y discriminación de las poblaciones indígenas, cuyos derechos y culturas fueron sistemáticamente negados.

Actualmente, las comunidades indígenas representan alrededor del 15% de la población en México (INEGI, 2020). Este porcentaje refleja no solo el impacto demográfico de la conquista, sino también siglos de políticas de asimilación y exclusión.

La independencia y la lucha por la identidad

La Guerra de Independencia, iniciada en 1810, fue una respuesta al dominio colonial y a las injusticias acumuladas.

Líderes como Miguel Hidalgo y José María Morelos, lucharon no solo por la independencia política, sino también por la reivindicación de los derechos de los indígenas y mestizos (Hamnett, 1999).

Sin embargo, las estructuras de poder y las desigualdades heredadas de la época colonial persistieron durante gran parte del siglo XIX y XX.

La Revolución Mexicana de 1910, fue otro intento de transformar la sociedad y redistribuir la tierra y el poder.

La Constitución de 1917 incluyó avances significativos en materia de derechos sociales y agrarios, pero las comunidades indígenas continuaron enfrentando desafíos para lograr el reconocimiento y respeto de sus culturas y territorios (Knight, 1986).

La herida que sigue abierta

Es en este contexto histórico que, en 2019, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, solicitó al rey de España una disculpa por los abusos cometidos durante la conquista (BBC News Mundo, 2019).

La reacción del gobierno español fue de rechazo, calificando la petición como “extemporánea”. Este gesto de negación ha sido interpretado como una muestra de arrogancia y falta de sensibilidad ante un capítulo tan doloroso de la historia compartida.

Pero peor aún resulta más desconcertante, que algunos sectores de la sociedad mexicana, ridiculicen la solicitud de disculpa.

Políticos, intelectuales y ciudadanos expresaron su desacuerdo, argumentando que no tiene sentido pedir disculpas por hechos ocurridos hace más de 500 años.

Esta reacción evidencia una deshumanización de la narrativa colonial y una falta de reconocimiento del sufrimiento de los pueblos originarios.

La importancia de una disculpa histórica

Pedir perdón no cambia los hechos, pero sí puede transformar las relaciones entre las naciones.

Es un acto de humildad y reconocimiento que permite sanar heridas y avanzar hacia un futuro de respeto mutuo.

Varios países y entidades han reconocido y pedido perdón por actos históricos violentos cometidos contra otros países o grupos de personas.

A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados: Alemania ha sido ejemplar en reconocer y disculparse por las atrocidades cometidas durante el régimen nazi.

En 1970, el canciller Willy Brandt realizó un gesto simbólico al arrodillarse en el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia, pidiendo perdón por los crímenes cometidos contra el pueblo judío (Cohen, 1998). Desde entonces, sucesivos gobiernos alemanes han expresado remordimiento y han establecido programas de reparación y educación para evitar la repetición de tales horrores.

El gobierno canadiense ha emitido disculpas formales por el maltrato a las poblaciones indígenas. En 2008, el primer ministro Stephen Harper se disculpó por el sistema de escuelas residenciales indígenas, donde miles de niños fueron separados de sus familias y sometidos a abusos físicos y psicológicos (Government of Canada, 2008). Esta disculpa reconoció el impacto duradero de estas políticas en las comunidades indígenas y fue un paso hacia la reconciliación.

En 2008, el primer ministro australiano Kevin Rudd ofreció una disculpa oficial a los pueblos aborígenes por las políticas de asimilación forzada que resultaron en la separación de niños indígenas de sus familias, conocidos como las “Generaciones Robadas” (Rudd, 2008). La disculpa buscó reconocer el sufrimiento infligido y promover la sanación nacional.

El Vaticano: La Iglesia Católica ha emitido varias disculpas por acciones pasadas. El Papa Juan Pablo II pidió perdón por los pecados cometidos por miembros de la Iglesia a lo largo de la historia, incluyendo la Inquisición, las Cruzadas y la persecución de judíos, herejes y minorías.

Japón ha emitido disculpas por sus acciones durante la Segunda Guerra Mundial. En 1995, el primer ministro Tomiichi Murayama expresó “profundos remordimientos” y ofreció disculpas sinceras por el daño y el sufrimiento causados en países asiáticos (Murayama, 1995). Sin embargo, estas disculpas han sido objeto de debate y críticas por considerarse insuficientes o acompañadas de acciones contradictorias.

Reflexiones sobre la residencia al reconocimiento

La resistencia de algunos mexicanos a apoyar la solicitud de disculpa es un fenómeno que merece reflexión. Podría deberse a una desconexión con las raíces indígenas o a una deshumanización de valores coloniales y que hay insensibilidad hacia el dolor de nuestros antepasados y creo aún más es de carácter político.

Es fundamental promover una educación histórica que reconozca la verdad de los hechos y valore la diversidad cultural del país.

El reconocimiento de las injusticias del pasado es esencial para construir una sociedad más equitativa y respetuosa.

Negar o minimizar el sufrimiento de los pueblos originarios perpetúa las desigualdades y los prejuicios.

Hacia una nueva relación entre España y México

Una disculpa oficial por parte de España, sería un primer paso para iniciar un proceso de reconciliación.

Permitiría abrir un diálogo sincero sobre el pasado y establecer bases más sólidas para la cooperación futura.

Es una oportunidad para que España demuestre liderazgo moral y compromiso con los valores de justicia y derechos humanos.

La no invitación del monarca español a la toma de protesta de la presidenta Claudia Sheinbaum en 2024 es un mensaje claro de que las heridas siguen abiertas.

Es momento de que ambos países reflexionen sobre la importancia de este gesto y trabajen juntos para superar los resentimientos.

Conclusiones

La historia no puede cambiarse, pero sí podemos decidir cómo la enfrentamos y aprendemos de ella.

Reconocer y disculparse por los agravios cometidos durante la conquista es un acto de justicia histórica que beneficiará tanto a México como a España.

Es hora de que el pueblo español, a través de sus representantes, muestre humildad y reconozca el dolor infligido.

Solo así podremos construir una relación basada en el respeto, la verdad y la colaboración mutua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

Aveni, A. F. (2001). Skywatchers: A Revised and Updated Version of “Skywatchers of Ancient Mexico”. University of Texas Press.

BBC News Mundo. (2019). López Obrador pide al rey de España que se disculpe por la conquista de México. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47701387

Cook, S. F., & Borah, W. (1971). Essays in Population History: Mexico and the Caribbean. University of California Press.

INEGI. (2020). Censo de Población y Vivienda 2020. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Recuperado de

Las Casas, B. de. (1552). Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Sevilla.

Juan Pablo II. (2000). Homilía en la Jornada del Perdón. Vaticano.

Murayama, T. (1995). Statement by Prime Minister Tomiichi Murayama on the occasion of the 50th anniversary of the war’s end. Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.

Rudd, K. (2008). Apology to Australia’s Indigenous Peoples. Parlamento de Australia.

The Guardian. (2021). Emmanuel Macron asks Rwanda to forgive France over genocide role. Recuperado de

U.S. Public Law 103-150. (1993). Apology Resolution. Gobierno de los Estados Unidos.