La inminente regulación de la inteligencia artificial en México | Paréntesis Legal

Karime Athie Ortiz

 

La llegada de la inteligencia artificial (IA) en México está transformando paradigmas en prácticamente casi todos los ámbitos y sectores.

En la actualidad es usada para una infinidad de cosas en la vida cotidiana, desde cuestiones escolares básicas, hasta el desarrollo de altas tecnologías, procesos industriales, comerciales, jurídicas, gubernamentales, entre muchas otras.

La IA representa una herramienta útil para la impartición de justicia y elaboración de políticas públicas, así como para la toma de decisiones económicas y financieras que podrían marcar el rumbo del país.

A pesar de que el uso de IA es cada día mas común y no deja de asombrarnos su alcance, aún falta mucho por socializar, explorar y aplicar en diferentes sectores, es por ello, que su regulación en México, cada día se vuelve imperante, pues aunque existen marcos legales y normas que abordan algunos aspectos indirectos, aún no existe una legislación específica que regule integralmente el adecuado uso de esta herramienta.

En este contexto, es oportuno mencionar la Ley Federal de Protección de Datos Personales que protege la privacidad de la información recolectada por algún tipo de tecnología. En este sentido, el Instituto Nacional de Acceso a la Información (actualmente extinto) emitió diversas recomendaciones sobre el uso de datos y algoritmos, sin embargo, nunca tuvo facultades regulatorias.

Es pertinente señalar que en algunos organismos gubernamentales existen manuales o reglamentos sobre el uso de la IA, sin embargo, son únicamente de carácter interno.

Es importante iniciar cuanto antes los procesos de regulación de la IA con la finalidad de prevenir situaciones de violaciones graves a los derechos humanos, como la vigilancia y monitoreo masivo de las personas mediante reconocimientos oculares y faciales; el desplazamiento laboral que eliminaría empleos, la toma de decisiones derivadas de la discriminación algorítmica, entre otros.

Tener claridad respecto a la regularización de la IA permitiría convertirse en una herramienta segura que facilitaría los procesos a través de su uso ético, responsable y dentro de un marco legal que garantice la transparencia y el respeto a los derechos humanos.

La experiencia en la Unión Europea sobre el uso de la IA nos permite observar las buenas prácticas y conocer los aspectos fundamentales que debe incluir la legislación en nuestro país.

La creación de una Ley Federal de Inteligencia Artificial en México es inminente, algunos elementos a considerar son:  la clasificación de riesgos;  la transparencia que permitiría tener conocimiento cuando una decisión fue tomada con base a esta herramienta y así poder actuar en consecuencia; la prohibición de vigilancia masiva sin orden judicial; el reconocimiento ocular o facial sin consentimiento previo;  la observancia y respeto a los derechos humanos; así como el fundamento legal  para la creación de un órgano especializado en la materia.

La ley también debe tener en cuenta el marco de actuación del sector privado quienes deberán asumir obligaciones como el análisis de actos discriminatorios y la supervisión humana en el uso de esta herramienta tecnológica.

La IA es capaz de mejorar servicios, automatizar procesos, optimizar tiempo y aumentar la productividad en cualquier sector, no obstante, es elemental que dichas acciones tengan supervisión humana para reducir riesgos y sesgos en los resultados finales.

Los datos abiertos, accesibles y actualizados forman parte importante en el desarrollo de la IA, ya que permiten el estudio de datos y patrones para generar información más segura y disminuir vicios de origen.

Sin duda, la IA representa un gran reto, pero también una gran oportunidad de crecimiento, por lo que su regulación es de gran relevancia para establecer con claridad los límites y los principios que deben basarse en la ética, equidad, accesibilidad y pleno respeto a los derechos humanos.

Es por lo anterior, que es urgente trabajar en un parlamento abierto para diseñar una ley que regule su uso frente a los nuevos patrones de innovación y cambios constantes de plataformas tecnológicas.

La nueva era de la IA esta en marcha y debemos caminar con ella hacia nuevos mecanismos de promoción y uso responsable en cada espacio, siendo conscientes de las implicaciones y obligaciones que ello conlleva.